lunes, 25 de enero de 2010

Exposiciones.

Esta semana, el grupo hemos acordado que la parte correspondiente a las exposiciones realizadas los días 21 y 22 de Enero serán subidas al blog por mí, Alba.

GRUPO CARLOS V:
Han analizado la figura del monarca desde dos puntos de vista, el personal y el político. En gran medida han basado sus estudios en la historiografía de las imágenes ya que se trata de un invento de recuperación histórica, con dichas imágenes han contrastado los distintos puntos de vista con los cuales se veía al monarca (ya sean imágenes verídicas o no –Tiziano lo pintaba a caballo a una muy avanzada edad-), otra fuente a estudiar son también las monedas, según nuestras compañeras también era un buen método para observar como veían sus súbditos al monarca.

Durante la restauración cambiará la imagen del monarca. Analizan su imagen imperialista y hacen comparaciones con Atila o Julio César, así como se apoyan en frases de sus contemporáneos.

Se nos hace también referencia a la mitificación del personaje, que tendrá un carácter religioso-cristiano; así como en algunos jeroglíficos (de Italia) en los que se produce una unión entre lo pagano y lo cristiano.

Imagen de Carlos V en Francia: su rival era Francisco I (al cual tuvo preso, pero siempre dispensándole un trato digno de su condición, tratándole de igual a igual, ya que el emperador tenía ideales caballerescos).

Como conclusión acerca de la exposición cabe destacar el hecho de que nuestras compañeras sacaron del trabajo una visión positiva del emperador Carlos V.

GRUPO MUJER:
Las componentes de dicho trabajo nos entregaron un esquema impreso a modo índice para el seguimiento de la exposición, de la cual cabe destacar las siguientes partes:

Ciclo de la vida de las mujeres:

-la hija: Siempre subordinada, primero al padre y después al marido. Aceptaba su situación.
-la esposa: Dicho título aportaba honorabilidad por lo que era un orgullo estar casada, además les proporcionaba privilegios.
-la madre: Serlo era el destino de cada mujer, la verdadera finalidad de sus vidas.
-la viuda: Hasta que encontrara un nuevo marido, se le permitía trabajar.
-la prostituta: Tenían dinero ya que con su oficio ganaban mucho.
-La bruja: Hubo numerosas persecuciones contra ellas, la mayoría sabían de medicina con ungüentos y hierbas, eran parteras.
-La monja: Privilegiadas en Europa. Podían entrar al convento por diversas razones: devoción, ser hijas ilegítimas, no casaderas, viudas.

Estereotipos de la mujer:

Había distintos “grupos” de mujeres, las campesinas, que trabajaban en el campo, cuidaban de los niños...Las mujeres de ciudad, eran instrumentos para sus familias, gracias al matrimonio sellaban alianzas, sabían leer y escribir; mujeres en ciudades amuralladas, gracias al matrimonio con un oficial, en los siglos XVI-XVII, sus trabajos quedarán relegados.

Mujer y poder:

Las mujeres más importantes a destacar por su poder en este momento fueron:
Catalina de Medicis, Isabel I de Inglaterra, María Estuardo. De las tres destaca sin lugar a dudas Isabel I.

GRUPO FRANCIA:
-Nueva historia política:

  • Max Webber.
  • Michelle Foucault.
  • A.M. Hespanha.
  • Maravall.
  • Ruiz Ibáñez.

-Grupos sociales: nobleza, iglesia, burguesía, campesinado.
-Pensamiento: rey (absolutismo, diferencias entre la nobleza y el pueblo); protestantismo y represión.
-Recursos económicos: sector agrario, manufacturas, comercio.
-Monarcas: Luis XII; Francisco I; Enrique II.
-Guerras de Francia: este punto no puedo ser explicado a causa de la falta de tiempo.

GRUPO RELIGIÓN Y CONQUISTA:
*Disciplinamiento cristiano (párroco, confesión, misiones…)
*Historia de las ideas: nos dan una definición, así como un estudio acerca del término “idea”.
*Estudio del pensamiento: siglo XX (Arthur O. Lovejoy; Karl Monheim; Focault; Veyne; Skiner, tesis epistemológica; Reinhart, tesis ontológica).
*Autores: Jean Bodin (ej. “los seis libros de la República”, 1.576); el padre Juan Mariana; Erasmo de Rotterdam (no solo era un humanista, influyó en la política, no solo en la de su país, si no en la de otros también. Era considerado por algunos un hereje. Era pacifista); Francisco de Quevedo.

Por último nuestros compañeros nos dan una idea, según su visión, acerca de la diferencia existente entre Lutero (agitador) y Erasmo (pacifista).

miércoles, 20 de enero de 2010

Tregua de los Doce Años

Para analizar, investigar o simplemente informarnos de la Tregua de los Doce años, debemos remontarnos primeramente al reinado de Felipe II, aunque sea durante el reinado de su hijo, Felipe III, el momento en el que tiene lugar la Pax Hispanica. Además, debemos comprender los motivos que llevaron a Felipe III a cambiar su rumbo en la política internacional, pues si por algo se puede caracterizar Felipe II fue por su actividad belicosa, no así su descendiente quien puso en práctica una política totalmente pacifista, que únicamente cambiaría al fin del reinado.

La Pax Hispanica no es más que el deseo de crear una estabilidad europea y mundial. Para ello debemos comentar todo el entramado político tras la muerte de Felipe II en 1598, momento en el que España se encuentra amenazada por ingleses, holandeses y franceses.

Tras el desastre de la Gran Armada, Felipe II recompuso la Armada del Océano de la que su hijo se valdría para intentar auxiliar con tres mil hombres dirigidos por Juan del Aguilar a los irlandeses, zarpando en 1602 desde Lisboa y estando estos últimos, asfixiados por los ingleses. Sin embargo, fracasó en su intento, y se produjo la firma de una capitulación que permitió el regreso de Juan del Aguilar y sus tropas en barcos ingleses. La muerte de Isabel I en 1603 trajo consigo el fin de las hostilidades entre ambas partes, firmando un año más tarde el Tratado de Londres, por el que se reconocía ciertas facilidades comerciales a los ingleses, al mismo tiempo que ellos renunciaban al uso de la piratería contra la Monarquía Hispánica, y se comprometían a frenaba los suministros de armas a los holandeses.

A pesar de la paz de Vervins firmada con Francia, las relaciones con estos eran un tanto irregulares, lo que se manifiesta cuando en 1601, Enrique IV ocupa territorios fronterizos al ducado de Saboya, los cuales impedían la conexión de Milán y Flandes de un modo seguro. Todo marcaba el inicio de una nueva guerra, aunque previamente tendría lugar el asesinato de Enrique IV (1610), a manos de Ravaillac. Su sucesora sería su viuda, María de Médicis, que amenazada por calvinistas y la nobleza, tendría que recurrir a España.

En cuanto a Holanda hay toda una serie de entresijos que envuelven estos territorios, los conflictos religiosos, mercantiles y de ultramar, así como las ansias de independencia, dándose un frente opositor que luchará contra lo que ellos entenderán como extranjeros y ocupadores de las diecisiete provincias unidas.
Todo ello comenzará en el año 1568 estallando una serie de revueltas secesionistas que tendrán una duración de ochenta años, hasta la Paz de Münster (1648) por la cual se reconocerá la independencia de Holanda.
Los gobiernos electivos a los que somete Felipe II a dichos territorios dará finalmente la dirección de Alejandro de Farnesio. Tras la muerte de Felipe II, los Países Bajos pasaron a manos de la hermana de Felipe III, Isabel, y al archiduque Alberto, dirigiendo estos la política interna, no así la exterior y la defensa, correspondientes al monarca. Por último, destacaría la figura de Ambrosio de Spinola.
Hay que mencionar que el fortalecimiento, o mejor dicho la resistencia de las provincias septentrionales de los Países Bajos se dio en gran medida por toda una serie de alianzas, con las potencias alineadas contra el poderío español, ya fuese Inglaterra (1585), Francia (1589), o que sen encontraban en su proximidad como el Platinado (1604) y Brandemburgo (1605).
Podemos afirmar que la Tregua de los Doce años alcanzada en abril de 1609 entre Holanda y España llega ante el desgaste militar, y económico producido en la anterior centuria, que ambos conjuntos habían desempeñado con anterioridad, del mismo modo que España reconocía de forma indirecta la existencia de un ente político ajeno a su dominio, y que será el germen de lo que posteriormente significará la independencia de estos territorios de la Monarquía Hispánica. No obstante, entre 1609 y 1621, Holanda no retirará sus barcos de guerra ni sus mercaderes del territorio español en América, así como de los territorios asiáticos portugueses, por otro lado, realizaría toda una política diplomática, formando una serie de alianzas anti-habsburguesas, concretando tratados con los otomanos (1611), Argel (1612), los alemanes protestantes (1613), las ciudades hanseáticas y Suecia (1614), Saboya (1616) y Venecia (1619).
Finalmente en 1618 estallaría la Guerra de los Treinta años, en la que se verán envueltas ambas potencias, ya que cuando en 1621 finalice la tregua, no será posible contemplar una continuación de ella.

Las diversas obras que pudimos contemplar en la Fundación Carlos de Amberes fueron la Alegoría de la Tregua de los Doce Años, de Adriaen Pietersz van der Venne, procedente del Louvre; el anónimo flamenco Minerva desarmada por Venus, del Museo Municipal de Châlons-en-Champagne, Bélgica aplasta la herejía, de Mathieu Bolin prestada por Museo de Lille, o el grabado anónimo El pez grande se come al chico, del Rijksmuseum.

El segundo apartado trata La Pax Hispanica en el contexto europeo (1598-1617) y en el se muestran, entre otras, pinturas como El romance de los caballeros de la Gloria, anónimo francés; Intercambio de las princesas Ana de Austria e Isabel de Borbón en el Bidasoa, atribuido a Peter van der Meulen.

En la última sala, se contemplaban obras como La Tregua de los Doce Años (1609-1621), La derrota de los españoles en Gibraltar, de Adan Willaerts, La fecundidad o la Abundancia de Jan Brueghell II o la custodia donada por Felipe III al Real Hospital de San Andrés de los Flamencos.
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BIBLIOGRAFÍA:
-COMELLAS, JOSÉ LUIS: Historia de España Moderna y Contemporánea, Madrid, Ed. Rialp, 2003.
-PENNINGTON, D.H.: Europa en el siglo XVII, Madrid, Ed. Aguilar, 1973.
-TENENTI, ALBERTO: La formación del mundo moderno: siglos XIV-XVII, Barcelona, Ed. Crítica, 1985.
-PARKER, GEOFFREY: La Guerra de los Treinta Años, Barcelona, Ed. Crítica, 1988.

Memoria del trabajo de grupo semana del 11 al 17 de Enero de 2010


Esta semana, José Manuel ha efectuado la lectura del último capítulo del libro de Gerhard Oestreich, Neostoicism and the Early Modern State, encaminado a analizar cuándo y cómo se produjo la acuñación del término "disciplina social", esencial para el entendimiento del asunto religioso posterior al Concilio de Trento.
En 1969, Oestreich retomó el concepto de disciplina social, del que ya habló Weber, para su definitiva aplicación a la realidad del siglo XVI. Su principal campo de estudio ha sido el debate historiográfico en torno al estado moderno, en el que ha cosechado sus mayores logros. Sus escritos pueden introducirse dentro del movimiento estatalista, según el cual el verdadero símbolo de modernidad de los siglos XVI y XVII fue la consecución de un nuevo modelo de estado. Se llega así a la concepción tradicional de un estado absolutista, en el que la monarquía tendió a excluir fuerzas del gobierno de la nación, considerando que se impuso a los estamentos medievales y consiguió dominar la vida pública y privada. No obstante, muchos ríos de tinta han corrido para matizar tales aseveraciones propias de la historia política del siglo XIX (von Ranke sería uno de sus representantes) y el primer tercio del siglo XX, sobre todo a la hora de analizar los verdaderos límites de la administración central del estado moderno.
El propio Oestreich parece inmiscuirse dentro de una nueva reinterpretación histórica de los hechos, influida por la historia social (ampliamente desarrollada en Francia). Siguiendo este nuevo punto de vista, se puede decir que los monarcas absolutos no tuvieron todo a su favor para controlar todas las esferas de la vida social de sus reinos ni hacer que sus súbditos tuvieran una opinión uniforme a favor de una ideología estatal de carácter corporativo (más propia de los totalitarismos del siglo XX).
La herencia feudal medieval era muy fuerte, por lo que los cambios en la sociedad se articularon, según Oestreich, desde dos perspectivas diferentes pero complementarias, que permitieron la continuidad respecto a los siglos anteriores y, al mismo tiempo, contribuyeron a reforzar el poder absoluto de la monarquía, convirtiéndose por ello en los verdaderos éxitos del absolutismo. Por un lado, se potenció el papel de los intermediarios u oficiales de la administración situados entre la autoridad central, artífice de dichos cargos, y los poderes locales, con una doble función, propagandística y consultiva. Se asiste, pues, a una regionalización de las instituciones creadas por la autoridad central; en definitiva, a una pluralidad y combinación de derechos que hacen que el término “centralización estatal” no encaje a la perfección en las características propias de los estados monárquicos anteriores al siglo XIX. Pero decir que no podamos hablar de un estado centralizado no debe inducirnos a pensar que el estado absolutista no ejerciera un poder mayúsculo en la población.
Esto lleva al alemán a reparar en el segundo éxito de la política de la Temprana Edad Moderna, que no fue otro que la introducción de un nuevo rigor en todas las actividades públicas y privadas que atañían al espíritu, a la moral y a la psicología de los individuos; de cambios novedosos y relevantes que alteraron radicalmente el concepto de estado, sociedad y nación en mayor medida que lo hicieron los asuntos políticos, institucionales, administrativos o diplomáticos; hablamos de la disciplina social. Esta nueva concepción implicó profundos cambios estructurales internos, en los que un proceso constante de educación (en el ejército, en las transacciones económicas, en las escuelas, en la moral popular, etc., distintas esferas que anteriormente actuaban de forma quasi independiente) fue visto como algo prioritario para la obtención de una disciplina efectiva, que realzara el poder regio.
El último aspecto innovador de Oestreich es que considera un origen muy concreto de la disciplina social, que tuvo enormes repercusiones a todos los niveles. Durante las guerras de religión de Francia del siglo XVI, en las que, una vez más en la historia, las luchas políticas y religiosas coincidían y se confundían continuamente, un grupo de filósofos y hombres de estado recurrieron al antiguo estoicismo romano para “desteologizar” la política y los conflictos bélicos. Esto solo se podía llevar a cabo si existía una fuente de poder a la que se derivara la autoridad que se estaba arrebatando a la Iglesia, y la principal candidata fue, obviamente, la incipiente doctrina absolutista, que triunfó sobre la teología y consiguió la interiorización de la disciplina social.
Francisco ha recopilado la información y redactado sobre la reforma de la Iglesia en Italia antes del Concilio de Trento.
En Italia la renovación religiosa tendrá gran importancia por hallarse cerca de Roma. La contribución más inmediata procedió de pequeños grupos de laicos, entre los cuales se encontraban algunos sacerdotes, que de alguna manera inspirados por las tradicionales cofradías medievales comenzaron una obra de regeneración espiritual, basada en la piedad eucarística y en la práctica de la caridad con pobres y enfermos. Poco a poco estos pequeños núcleos renovadores hallarán el apoyo en la Curia surgiendo nuevas ordenes religiosas e institutos religiosos nuevos. Instituciones de este tipo fueron la “Compañia secreta de San Jerónimo” creada en 1494 en Vicenza por el beato Bernardino de Feltre o la “Compañia u Oratorio del Amor Divino” fundado por el laico Héctor Venazza en Génova en 1497 cuyos miembros se comprometían a servir personalmente en un hospital de incurables, que crearon y lo sostenían con sus limosnas. Oratorios semejantes surgieron en otras ciudades de Italia (Milán, Nápoles, Brescia, Venecia,...). El más importante de todos fue el de Roma fundado hacia 1513 al que perteneció San Cayetano de Tiena y Juan Pedro Caraffa que sería el futuro Paulo IV.
Los miembros de estas instituciones, que realizaban sus prácticas de piedad y de caridad sin publicidad alguna, de forma intima casi secreta, influyeron en el ambiente de renovación espiritual. Algunos acabaron por convertirse en institutos religiosos propiamente dichos que tenían un principio propiamente apostólico o de predicación. Pero tienen unas características especiales pues no visten hábito monástico y algunos incluso se limitaban a la recitación del oficio en privado. Son las llamadas congregaciones de clérigos regulares: sacerdotes que abandonan la vida monástica porque en ella no pueden realizar la cura de almas, pero eligen esta vida religiosa para alcanzar un mayor perfeccionamiento en su apostolado. La primera de estas congregaciones sería la de los teatinos fundada por san Cayetano de Tiena en 1524, los teatinos se distinguieron por su estricta pobreza y por su actividad sacerdotal. Otra de estas congregaciones fue la fundada por san Jerónimo Emiliano en Somasco. En un principio era una comunidad de laicos y sacerdotes consagrada ha atender a pobres y a enfermos. Después de la muerte del fundador se convirtió en la “Congregación de los Somascos” dedicados esencialmente a los huérfanos y a los niños abandonados. Otra de estas congregaciones fue la de los barnabitas creada por San Antonio Zaccaria en Milán dedicada a la predicación entre el pueblo, San Antonio Zaccaria también fundó la orden de las monjas Angélicas que se dedicaban especialmente a enseñar a las jóvenes doncellas y al cuidado a los enfermos. Otra de estas órdenes fue fundada por Santa Angela Merici en una casa de Brescia donde fundó una congregación para el cuidado de enfermos y educación de doncellas, allí nacería la congregación de las Ursulinas.
La renovación de la vida religiosa afectó también a los primeros años del siglo XVI a órdenes de carácter tradicional. Las fundaciones de los monjes camaldulenses en Italia, aunque a primera vista pudieran parecer continuación de las reformas monásticas del siglo XV, tienen un significado más profundo debido que sus fundadores Pablo Giustiniani y Vicente Quirini venecianos, de ilustre familia y educación esmerada que en los años 1510-1512 abandonaron el mundo y se acogieron a la vida eremítica.
Este ideal de austeridad animó también a la renovación de la orden de San Francisco con múltiples reformas y nuevas fundaciones. También se crearon otras congregaciones de clérigos regulares la más importante de todas fue la Compañía de Jesús fundada por San Ignacio de Loyola.
Martín ha aportado información sobre la procedencia de los prelados que asistieron al Concilio de Trento. La procedencia de los padres era homogénea ni reflejaba la distribución geográfica de la Iglesia que permanecía fiel a Roma. Los más numerosos eran los italianos, pero a la vez se encontraban divididos en curiales, en apoyo del pontífice. Los imperiales, procedentes de Nápoles, Sicilia y el Milanesado; y entre ambos, los independientes, los venecianos, a los que hay que unir los ocho padres griegos. Los españoles eran los siguientes en número, formando un grupo compacto. En su inicio, sólo eran seis liderados por Pedro Pacheco; pero posteriormente irán en aumento, así pues, en la primera parte del Concilio son trece, y en las dos sesiones restantes llegarán a ser veintinueve y, treinta y siete, con Pedro Guerrero, arzobispo de Granada como figura a destacar. Por el contrario, casi no hay obispos procedentes del imperio y la excepción es el cardenal Cristóbal Madruzzo, obispo de Trento y anfitrión del concilio. En el segundo período acudirán los tres arzobispos-electores- de Magunzcia, de Tréversis y de Colonia- que en el período anterior habían estado representados por procuradores, además del obispo de Viena. Polonia e Inglaterra se encuentran representadas por los cardenales Estanislao Hosio y Reginald Pole. La presencia de los franceses depende de la posición que adopta el Rey Cristianísimo: pasa de los cuatro obispos de las primeras sesiones a la treintena que, bajo la dirección del cardenal de Lorena, Carlos de Guisa, asisten al tercer período tras haber estado ausentes completamente en el anterior por prohibición expresa de Enrique II.
Alba esta semana ha investigado sobre el cambio de actitud en Roma y los cambios en la vida monástica.
El cambio de actitud en Roma
En teoría la Cristiandad occidental constituía una unidad espiritual, gobernada por el papa como vicario de Cristo.
Sin embargo, la realidad era que, su administración y gobierno lo compartían así mismo los príncipes seculares. El siglo XV vio como gran parte de los monarcas recuperaban buena parte de su capacidad de intervención sobre la Iglesia y, como consecuencia directa de ello, que las posibilidades de esta para controlar sus propios asuntos disminuían.
Aún así, el papa continuaba encabezando una organización caracterizada por su estricta naturaleza jerárquica, de manera que si el pontífice no se hubiese comprometido con la causa reformadora y no la hubiese dirigido, la reforma católica nunca habría pasado de ser algo inconexo.
Sin embargo, a comienzos del siglo XVI el papado estaba fuertemente politizado y su autoridad espiritual peligrosamente comprometida.
Desde la muerte de Pio II en 1464, los pontífices se caracterizaban por su falta de compromiso con la reforma y, aunque la mayoría dio su aprobación a distintos proyectos encabezados por órdenes religiosas que pretendían reformarse, lo cierto es que tales iniciaciones de proyectos surgían siempre fuera de Roma.
La mayoría de la gente había perdido la esperanza de que el papa liderase la reforma católica (“En el papa tenemos a un extraordinario guía, pero es de lamentar que no sea más poderoso que la depravación de estos tiempos”.)[i]
Sin embargo, con el papa Pablo III esta situación cambiaría: fuertemente presionado por Carlos V, dicho papa convocó en abril de 1.536 un concilio general que se había de reunir el año siguiente, fue designado la “Comisión de los Nueve”. El resultado de sus deliberaciones fue el famoso “Consilium de emendanda ecclesia”, una relación que, a pesar de sus defectos, analizaba el estado de la Iglesia y las medidas que debían de adoptarse para su regeneración (ha de decirse que dicho Consilium centraba su atención en Italia, cosa que recalca aún más la falta de idea que había del resto de Europa, por ejemplo se ignoró por completo el protestantismo alemán).
Cabe recordar que las directrices de la reforma dentro de la Iglesia no estuvieron determinadas por el protestantismo.
Cambios en la vida monástica:
A lo largo del siglo XV se produjo cierto desencanto en relación con el ideal monástico, siendo opinión mayoritaria que el número de religiosos debía de disminuir en lugar de ser constantemente aumentado.
Como consecuencia de ello, todas las órdenes religiosas comenzaron a reorganizarse y a experimentar una cierta revitalización. La búsqueda de la santidad a través de la abstinencia y la disciplina podía ser todavía atractiva; no faltaron iniciativas, que acabarían siendo rechazadas, ya que pretendían recuperar la observancia literal de la antigua regla de una orden, pidiendo así una vida de oración, de estricta pobreza, de austeridad y de humildad.
En crisis anteriores el espíritu monástico había sobrevivido gracias a su gran capacidad de adaptación. Así, si las primeras reformas monásticas habían procurado apartarse del mundo en lugares remotos, los movimientos posteriores iban a perseguir, por el contrario, abrazarlo e instalarse en el bullicio de la vida urbana.
Los primeros pasos en este sentido se dieron en Italia, donde, además de los Oratorios del Amor Divino (pequeñas compañías religiosas de carácter urbano establecidas bajo inspiración franciscana desde 1.494), florecieron así mismo grupos reducidos como los teatinos (1.524), los barnabitas (1.530) y los somascos (1.532). Sin embargo, el mayor y más influyente de todos ellos surgiría en España: la Compañía de Jesús, fundada por Ignacio de Loyola.
Estas numerosas órdenes, al igual que las mendicantes, alimentaban su espiritualidad fuera de los claustros, actuando sobre el clero y la sociedad, pero se diferenciaban claramente de fundaciones anteriores. En realidad, constituían comunidades versátiles de “cleros regulares” (activos sacerdotes y no monjes contemplativos), que respondían a la necesidad de desarrollar el ministerio sacramental y pastoral del sacerdocio, organizado con la disciplina propia de una orden religiosa. Así desde un principio los jesuitas fueron una compañía de pastores cuyo principal objetivo era la salvación de las almas.
La concepción ignaciana de este cometido orientó a los jesuitas en otra dirección fundamental, que los empujaba a mostrar una acentuada preocupación caritativa, concebida de un modo completamente nuevo.
De forma consciente o no, las nuevas congregaciones religiosas se fundaron en consonancia con el espíritu crítico de la época y enseguida fue imposible concebir el catolicismo sin la existencia de dichas órdenes.[ii]
Sara fue oservadora la vez pasada por lo que no ha aportado nada esta semana, aunque esta redactando el trabajo.
[i] Frase del Cardenal Sadoleto, en 1.538.
[ii] Elena Vázquez Vázquez: “Distribución geográfica y organización de las órdenes religiosas…” /Martin D.W. Jones: “La Contrarreforma, religión y sociedad en la Europa moderna”

martes, 19 de enero de 2010

PRÁCTICA DEL DÍA 13 DE FEBRERO DE 2010

EL SUEÑO IMPERIAL DE CARLOS V
Carlos de Habsburgo, nace en Gante (Bélgica) en 1500 . Es educado por su tía Margarita, hermana de su padre Felipe I “el hermoso” y viuda del príncipe Juan de Castilla, también hermano de su madre Juana I “ La Loca” 1.También fue educado por Adriano de Utrech futuro Papa. Tras la muerte de su abuela Isabel I La Católica su madre heredó los territorios de la Corona de Castilla pero ante su incapacidad de hacerse cargo del gobierno, Felipe “ el hermoso” intentó apropiarse de la corona pero no consiguió que las Cortes de Castilla incapacitasen a Juana y todo quedó frustrado tras su muerte en 1506. Tras la muerte de Felipe la locura de Juana es patente por lo que los castellanos se encuentran sin rey y no tienen más remedio que ante la minoría de edad de Carlos reclamar a Fernando El Católico tal y como había dispuesto Isabel en su testamento, éste se mantiene en el gobierno con el título de gobernador de Castilla. Tras la muerte de Fernando en 1516, Carlos se convierte en legítimo heredero aunque su abuelo había intentado nombrar a su hermano Fernando que había nacido en Alcalá de Henares y había sido educado a la española, pero no lo consigue por la intervención del Cardenal Cisneros, que se convierte en regente hasta la llegada de Carlos tras la muerte de Fernando El Católico.
A si pues, Carlos heredará por parte de su abuela materna Isabel I La Católica la Corona de Castilla que lleva unido los territorios américanos recién descubiertos, el Reino de Granada, el Reino de la Gran Canaria (Canarias), los territorios del Norte de África y el Reino de Navarra que Fernando decidió incorporar a Castilla por el gran afán que tenían los castellanos en controlar este territorio fronterizo y por la mayor afinidad entre castellanos y navarros. Por parte de su abuelo materno, Fernando El Católico, hereda los territorios de la Corona de Aragón, con Nápoles, Sicilia y Cerdeña. Pero además cuando llega a la Península el ya era Señor de los Países Bajos y Duque de Borgoña lo que había heredado de su abuela materna María de Borgoña. Más tarde heredó por parte de su abuelo el emperador Maximiliano los territorios de la Casa de Austria y el derecho a ser elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. El mayor imperio que se ha visto en Europa en época moderna.
Cuando llega a Castilla, los castellanos se quedan impresionados al encontrarse con un rey que viene vestido al estilo borgoñón con un gran lujo2, que les impresiona físicamente pues tiene un gran prognatismo y como colofón, y más importante, no habla el castellano. Por lo que desde el principio ya va causar reticiencias entre una parte importante de la población, y además consideran que sólo quiere el dinero. Carlos es jurado por las Cortes de Castilla en Valladolid en 15183, por las Cortes de Aragón en Zaragoza en 1518 y por la de Cataluña en 1519, pero no lo será por las de Valencia debido a que tiene que marcharse porque va ser elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Para ello necesita dinero por lo que convoca las Cortes de Castilla en Santiago (1520) y luego las vuelve a convocar en La Coruña (1520). En ellas pide ayuda económica y promete volver en tres años ( estas palabra las dice en castellano como un gesto para demostrar sus intenciones). Pero a pesar de todo esto, provoca un movimiento nacionalista pues los castellanos no están dispuestos a dejarse gobernar por un monarca “extranjero” y que quiere su dinero, además como regente del reino queda Adriano de Utrech un extranjero. Todo esto va desembocar en Castilla en el movimiento de las Comunidades y en el Reino de Valencia en el movimiento de las Germanías.
Las Comunidades de Castilla era un movimiento revolucionario que se apoyaba en las oligarquías urbanas y en las clases populares, también va contar con el apoyo de algunos nobles sobre todo al principio. En un principio lo que buscan es echar al monarca “extranjero” pero luego van a pedir algunas reformas sociales que es cuando los nobles se van a desvincular del movimiento. Adriano de Utrech lo que va intentar es apoyarse en los grandes nobles. Los comuneros buscan el apoyo de la reina Juana que esta encerrada en el monasterio de las clarisas de Tordesillas y de la que en un principio obtienen un apoyo verbal pero al final se niega a ir contra su hijo. El movimiento acabará prácticamente extinguido tras la batalla de Villalar donde los comuneros serán vencidos por las tropas de Carlos I. Los principales líderes de la revuelta: Juan de Padilla, Francisco Maldonado y Juan Bravo serán ejecutados, al igual que la mujer de Padilla, María Pacheco que resistió en Toledo tras la derrota de Villalar. Pero por lo demás se obligará a Carlos a aceptar un política conciliadora.
Las Germanías es un movimiento que surge de los gremios que están insatisfechos y tras un vacío de poder se produce un este movimiento. Surge en Valencia y Baleares y será duramente reprimido. Realizaron reivindicaciones sociales y atacaron a los moriscos.
Carlos I regresa y aprende la lección: aprende castellano, presta más atención a los asuntos españoles y siempre que se marche dejará como regente a un español a su esposa la emperatriz Doña Isabel de Portugal con la cual se casó por petición castellana y contaba con gran inteligencia, será la madre del futuro Felipe II.
Con la llegada de Carlos I se importaron las nuevas costumbres renacentistas que se instalaron en la Corte y en la nobleza española que estaba acostumbrada a una mayor austeridad.
Durante gran parte de su reinado Carlos I tendrá a Francia como enemigo, arrancando todo este conflicto en las pretensiones que tenía Francisco I , rey de Francia, de acceder al cargo de emperador, también en los intereses de ambos en la Península Italiana. Este conflicto se puede decir que tiene varias fases: la primera fase es favorable al emperador y cuenta además con el apoyo de Inglaterra y el papado (en un primer momento), iría de 1520 a 1529. en esta primera fase tras la batalla de Pavía Francisco I es capturado firmado en 1526 el tratado de Madrid en el que Francico I renuncia a Borgoña y a Milán en favor de Carlos. En esta misma etapa se producirá el saqueo de Roma puesto que el papado había dejado de apoyar al emperador formando una liga (Liga de Cognac) con Venecia,Florencia y Francia, quedando tras el saqueo el papa Clemente VII capturado por las tropas del emperador ,este suceso causará una gran conmoción en toda Europa y en Carlos que de ser por él nunca se hubiese producido tal episodio. Después de esto en 1529 se firma la paz de las damas o Paz de Cambrai en la que Carlos confirma su dominio en Italia. En una segunda fase (1536-37) Francisco I intenta adueñarse del Milanesado aunque no lo consigue se adueña de Saboya y Piamonte, ocupando Carlos Provenza y Picardía. Acabará con la Tregua de Niza. Pero en 1542 se incia otra etapa de conflicto que ya será acabada por Felipe II.
Carlos V será coronado como emperador en 1530 en Bolonia por el papa Clemente VII, diez años después de ser elegido emperador. La coronación consta de dos partes: en primer lugar recibió la corona de hierro de la lombardía y en segundo lugar fue coronado emperador solemnemente por el papa entrando con gran pompa en Bolonia acompañado por un gran séquito de nobles flamencos, españoles,...
También tuvo guerras, además de con Francia, contra los turcos con los que contó con pocas victorias que fueran verdaderamente decisivas, gracias en parte a la acción del pirata Barbarroja que se alió con ellos. Los turcos atacaron en dos direcciones por un lado dirigieron su ataque hacia el corazón del Imperio, es decir, Viena y hacia las posiciones españolas en el norte de África. Representaban una doble amenaza:política y religiosa.
Pero quizá el asunto más grave al que se tuvo que enfrentar le vino de dentro del imperio, debido a la reforma luterana que intentó atajar sin conseguirlo también debido a la poca colaboración de algunos príncipes alemanes que vieron en esto la ocasión de conseguir más autonomía con respecto al emperador y también por la poca colaboración del papado que tardó mucho en convocar un concilio. Carlos V tuvo que acabar aceptando tras la Paz de Augsburgo que los príncipes alemanes decidieran en sus estados la religión que debían profesar sus súbditos. Todo esto sumado a la traición de Mauricio de Sajonia, le sumió en un profunda depresión pues sintió que había fracasado en la intención de crear Imperio Universal (Universitas Cristiana). Acabó abdicando y retirándose en el Monásterio de Yuste. Entregó el gobierno del Imperio a su hermano Fernando y el de España, Indias y Flandes a su hijo Felipe II. Murió el 21 de Septiembre de 1558.
En época de Carlos V, se produce un florecimiento de la cultura europea y española. Como pensadores destaca Erasmo de Rotterdam que nació en Rotterdam en 1467 , se formó dentro de la influencia de la devotio moderna e ingreso en el monasterio de los canónigos regulares de San Agustín de Steyn. Realizó viajes a París y a Inglaterra conociendo allí a Tomás Moro. Para Erasmo la Iglesia necesita una reforma pero no debe ser en el ámbito de la organización sino que debe ser una reforma de la vida cristiana. Lo que significa espiritualizar la religión, limpiar el cristianismo para que vuelva a su forma primitiva buscando la auténtica piedad despojada de tantas devociones que agobian la vida de los cristianos con un elogio del culto en espíritu lo que conlleva una desvalorización de las ceremonias de las devociones rutinarias y sin alma y del ritualismo de las observancias monásticas. Entre sus obras destacan: Elogio de la locura, donde se realiza un fuerte ataque contra la especulación escolástica y las costumbres del clero; Enchiridion militis chistiani dedicada al emperador Carlos; estas son sólo algunos ejemplos de sus obras, porque escribió infinidad de ellas. Pero las ideas de Erasmo en algunas ocasiones fueron mal interpretadas y confundidas con las ideas de Lutero lo que causó la persecución de algunas de sus obras pero generalmente contó con la protección de los gobernantes y algunos papas, pero tuvo que soportar la persecución en algunas de sus obras por la Inquisición aunque esta persecución no fue demasiado fuerte. Pero las ideas de Erasmo no se pueden comparar con las de Lutero e incluso estuvieron enfrentados, puesto que Erasmo entre otras cosas nunca pensó en romper con Roma
También destaca Juan Luis Vives del que destaca su reforma de la beneficencia.Vives escribe De Subventione pauperum en el que aborda el tema de la extinción del pauperismo, en el que pone en entre dicho la estructura económica de la sociedad al mismo tiempo que la moral imperante.
LUCES Y SOMBRAS: FELIPE II
Felipe II nació en Valladolid en 1517, fue educado al estilo castellano y desde temprana edad ocupó el gobierno. Pues ya desde los quince años ocupó la regencia del reino junto con su madre la emperatriz Isabel de Avis y Trastámara, mientras su padre se encontraba en el Imperio o en otros de sus territorios. Durante su juventud realizó lo que se llamaba el Felicisimo Viaje por Europa conociendo diversos estados. Tras la abdicación de su padre hereda las propiedades las coronas de Castilla y Aragón, también se convierte en Soberano de los Países Bajos y Duque de Borgoña. También al título de rey de Castilla iba implícito de rey de las Indias donde ya se había conquistado un territorio extensísimo en tiempos de su padre que se ampliará en su reinado.
Es un hombre culto, pero en cuanto a su carácter es diferente a su padre pues no es tan viajero y destaca su gran religiosidad.
En cuanto a los conflictos bélicos sigue el conflicto de su padre con Francia, la primera de las batallas será la de San Quintín, todavía en vida de su padre, y será una victoria española. Como agradecimiento a Dios se construye el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial que será proyectado como palacio, panteón real, monasterio, biblioteca e Iglesia. Tras otras batallas por fin llegará la paz en la que se reconocerá la hegemonía española. Pero Felipe II seguirá interviniendo en asuntos franceses apoyando a los católicos frente a los hugonotes.
Pero su vértice de la política internacional serán los Países Bajos donde se produce una rebelión que busca la independencia, además se producen conflictos entre católicos y protestantes. Realiza un durísima represión a manos del Duque de Alba, pero no sólo con éste sino con los otras gobernadores posteriores se producirán verdaderos episodios de terror. Primero Felipe intentó someterlos por la fuerza pero al no conseguirlo intentó pacificarlos, pero tampoco tendrá mucho éxito. Por todo ello los territorios serán entregados a la hija de Felipe II, Isabel Clara Eugenia y a su marido el Archiduque Alberto que serán sus soberanos pero al no tener descendencia, estos territorios volverán a la corona española.
Por otro lado está la anexión de Portugal, Felipe II reclama los derechos de su madre en Portugal, tras algunos conflictos con otro pretendiente al trono consiguió la ansiada unión de la Península Ibérica. Es confirmado por las Cortes de Portugal , aunque debe prometer que los cargos portugueses los desempeñarán portugueses y que cuando no este en Portugal el regente será o un miembro de la familia real o un portugués. Con esto Felipe II tiene sobre sus sienes el mayor imperio jamás visto.
Tras un periodo de buenas relaciones con Inglaterra4, ahora con el ascenso de Isabel I al trono sus relaciones empeorarán, Isabel organizará a los corsarios y piratas para que ataquen a las colonias y costas españolas. Por esto, Felipe II construye la Gran Armada mediante la cual intentará invadir Inglaterra en 1588 pero no lo conseguirá, lo que causó una gran pérdida económica para España.
Pero entorno a Felipe II se fue fraguando una leyenda negra debido en parte a la violenta política exterior, a la oscura muerte de su hijo el Príncipe Carlos, el cual murió en extrañas circunstancias, mostrando rasgos de locura. La leyenda negra se fraguó también debido a la acción de la Inquisición que reprimió violentamente las divergencias religiosas. Destacan el proceso de fray Luis de León y el Arzobispo de Toledo Bartolomé de Carranza los cuales fueron apresados durante algún tiempo, después exculpados. A todo esto hay que añadir las exageraciones sobre las crueldades que cometían los conquistadores en América. Toda esta leyenda negra fue urdida por sus enemigos (Francia, Inglaterra,...). También contribuyó Antonio Pérez. También entorno a Felipe II hay lo que se ha llamado la leyenda rosa en la que se le presenta como un excelentísimo padre de sus hijas,etc.
Durante su reinado se produce también un florecimiento de la cultura a pesar del aislamiento cultural que sufría España debido a que se quería aislar a España de las ideas protestantes. Se produce un florecimiento de la literatura en concreto de la mística destacando en este ámbito a San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, dos de los más grandes autores de nuestra literatura. En pintura destaca el Greco que representa en sus cuadros los ideales de la época, de su obra destaca El entierro del Conde de Orgaz. En la arquitectura destaca Juan de Herrera con la creación del estilo herreriano cuya obra más importante es el Monasterio de El Escorial.
Felipe II falleció en 1598 en El Escorial, el que en aquel momento era el monarca más poderoso de la tierra.
1Estas uniones fueron uno de los frutos de la política exterior de los Reyes Católicos. Casaron a Juana con Felipe ( heredero de la Casa de Austria), a Juan (heredero de Castilla y Aragón) con Margarita de Austria, a Isabel con Alfonso de Portugal y a su muerte se volvió a casar con Manuel “el Afortunado” hermano del anterior y heredero de Portugal, con esta unión se buscaba la unificación penínsular. Mas tarde al morir Isabel, Manuel se casó con María otra hija de los Reyes Católicos. Catalina se casó con el Principe de Gales Arturo y a su muerte con su hermano Enrique VIII de Inglaterra. Con estas uniones también buscaban aislar a Francia.
2Puesto que estaban acostumbrados a que los reyes vistiesen de forma más austera.
3 Donde promete: aprender a hablar castellano.El cese de nombramientos a extranjeros. La prohibición de la salida de metales preciosos y caballos de Castilla. Trato más respetuoso a su madre Juana, recluida en Tordesillas.
4Pues el había sido Felipe I de Inglaterra tras su matrimonio con la reina de Inglaterra María I Tudor.